lunes, 15 de junio de 2020

Los apoderamientos en una pandemia

Y cuando por fin se reanudaron mis ansiados plazos, me encuentro, inocente de mí, dentro de una nueva normalidad, cual Alicia en el país de las no maravillas.
Y así fue , como  al mirarme al espejo, ya no vi a esa dama de la alegre figura paseándose por los Juzgados a fin de acompañar a sus clientes para realizar las comparecencias apud actas ...
No, de repente , me convertí en la bruja de Blancanieves. Sí , alguien que al mirarse al espejo se veía llamando por teléfono a sus poderdantes a fin de explicarle cosas rarísimas sobre web de certificados electrónicos, autofirmas , claves, pin ,  y un montón de facultades que le debían otorgar . 
Atrás se quedó aquella chica que te citaba con una sonrisa, te explicaba quien era, te desarrollaba el procedimiento, e incluso si te notaba nervioso, porque a nadie le gusta ir a un Juzgado, te añadía... " No se ponga Ud. nervioso, que un Juzgado no es ná, lo malo es verse en un hospital"
Nada quedó de ella, porque había que guardar las distancias de seguridad.
Pero para ello, no os podéis imaginar la odisea, porque aquí en esta Justicia nuestra  son muy dados a implantarnos las cosas sin anestesias y sin decirnos cómo llegar hasta ellas, o bueno , sí... a chocazos, como hicimos todos los procuradores hasta que obtuvimos nuestro másters en papel cero.
El caso, que yo que soy la menos informática del mundo, allí que me vi, estudiándome  eso de los apoderamientos electrónicos como si aquello fuera la letra de cambio , esa que me traumatizó en quinto de Derecho. Y vaya si me estudié su manejo , ya os digo .... que tenía a no sé cuantas personas esperándome para explicarlo. 
Tal ha sido mi obsesión con aquello , que me hice unos esquemas fabulosos, que os confienso, ni en mi Mercantil , el librador, el librado, el endosante, el endosatario, el tomador y el tenedor , me aprendí yo tan bien a colocarlos en la letrita de cambio , como he memorizado donde había que colocar en la web al compareciente, el representante , el poderdante, el apoderado y el representado, puesto que como andábamos con mis venerados plazos, el teléfono sonaba a la hora que la otra parte estuviera en su ordenador dispuesta a otorgarte el poder, mientras tú podías estar no delante de tu pc.
Qué estrés!  Desde el día 4 de junio no sé cuantas veces lo llevo explicado, y hasta soñado.
Y no os podéis imaginar lo que he aprendido de windows , de Mac, de sus autofirmas, de los megas que te admiten si tienes que adjuntar algún documento, etc....

La cosa... que no es tan difícil , y hasta si somos sinceros , podríamos decir que una vez instalado y manejado todo, es algo cómodo a la vez que inmediato. El conque... que con cada paso que damos a través de esta nueva normalidad nos vamos virtualizando (así se dice?) cada vez mas . Y yo... pues soy de las que prefiero dedicar a mis clientes sus ratos, mirándolos a los ojos, y darles dos besos o un apretón de manos.

La nueva era judicial



                                                                                                                                           con cualquier cosa estoy mona!


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