Era en un pueblecito
precioso del Sur de Italia , de esos que te enamoran y que aún sin haberte
marchado de él ya sabes que quieres volver. Era Agosto , ese mes con el que siempre sueño cada año. Y todo allí era mágico , porque para mí ... allí todo es mágico ,
hasta los contratiempos si surgen, lo son
Era , que paseábamos por uno de
sus fascinantes lungomares. Sí! de esos que yo no me cansaba de visitar , aunque él , entre bromas, me dijera que ya no le cabía ni uno más. De aquellos que yo iba coleccionando en mi galería de fotos, y que pasados unos días ya era incapaz de recordar ni de
distinguir en cual había estado y en cual no, menos mal que la ubicación de los móviles nos refrescan las memorias.
Y .... como la q está de
vacaciones y llega la hora de comer , me puse a mirar donde me apetecía hacerlo. Mientras me decidía si me gustaba más la carta de uno , me seducía más la
decoración de otro , me estimulaban más ciertas vistas , o me apetecía más la
música italiana del Sr. que amenizaba entre las mesas , me encontré con la
puerta abierta de lo q parecía ...una casita con 3 veladores en la puerta? Por
supuesto , frente al mar.
Un lugar al que no me
pude resistir entrar , y en el que para mi sorpresa, hallé a un “italiano loco” , como él se
denominaba. En aquel pequeño habitáculo solo había una mini cocina , que es la que veis en La foto , unos cuantos muebles, un tocadiscos, y unos recipientes con comida o algo parecido, que él te iba cocinando y sirviendo a su antojo.
A estas alturas del relato , no os tengo que decir que eso fue lo que se me antojó , verdad? Porque eso fue , y así fue.
Este Sr. no solo nos
de dio de comer y beber lo que le vino en gana y que ni le íbamos preguntando , sino que de
vez en cuando se venía a la mesa y entre mis risas , que no paraban porque el ambiente invitaba a ellas , me metía en
la boca (tal cual) cualquier alimento q tuviera por allí xa que yo lo probara, mientras con gestos pícaros bromeaba y me abrazaba "non guardare tuo marito" , o algo parecido.
Este Sr. , a la misma vez , no dejaba de
poner música en su tocadiscos , y como era de esperar en mí... le pedí sevillanas. Sí! para ya rematar aquella locura veraniega y salir a bailar a los ojos de otros turistas q estupefactos nos miraban y hasta nos aplaudieron....
En este lugar y acompañados de este Sr. , pasé uno de los ratos más divertidos e inolvidables de mi vida.
Y ahora .... que después de lo sucedido durante todo este tiempo me asaltan estos recuerdos , supongo que como a todos , mientras visualizo estas anécdotas , me apeno inmensamente . Porque las veo muy lejos de volver a vivir y
sentir...
Podría recordar sitios fabulosos y manjares exquisitos , sin embargo ... en mi mente se repite demasiadas veces esto que os acabo de contar .Tal vez , porque sea algo que nunca mas volveré a hacer. Y no me refiero a viajar, que confío que todos podamos volver a hacerlo mas pronto que tarde
Me refiero a esa espontaneidad, naturalidad , y hasta "falta de cuidado". Puesto que incluso en
aquellos momentos , tan ajena a todo lo que viviríamos después , llegué a pensar que tal vez nos pasara algo por aquella “locura culinaria”. Pero me daba igual , yo solo quería disfrutar , y allí lo
estaba flipando! . Qué mas daba lo que comiera ,cómo, o en qué condiciones estuviera ? No tenía por qué pasar nada!
Como de hecho no pasó ... Y eso que probé cosas que nunca llegué a saber lo que eran.
Hoy, esto sería impensable y dentro de un tiempo me temo que también lo va ser. Porque una de las secuelas que me va dejar toda esta situación es la de ser más cuerda.
Y me apena , me entristece mucho saber que voy a dejar de vivir situaciones como esta.
No sé si alguna vez podré volver por allí , pero a ti jamás te olvidaré, Paulino.
Sr. italianoloco, dejaste escrito un
capitulito del libro de mi vida , por el que hoy se vuelve a abrir su página ... y mientras lo escribo, me has vuelto a hacer sonreír. Solo espero que estés bien, y que dentro de poco , puedas divertir a los turistas como me hiciste disfrutar a mí.
Cuánto ha cambiado
todo! Y cómo nos están haciendo cambiar ....
Por favor, no más. Vale ya.
cccem